JALEO 2024: Emoción, resistencia, reflexión. Una mirada de la cultura desde el feminismo y la justicia social

 He tenido dudas sobre hacer o no una reseña sobre este maravilloso JALEO 24, porque mi mirada es una mirada desde dentro y desde fuera a la vez, ya que tengo la suerte de nutrirme como alumna y, de al mismo tiempo, formar parte del equipo detrás de las bambalinas, un gran privilegio.

Pero la duda se ha disipado enseguida, porque quizás mis palabras, desde esa especie de agente doble que soy, os puedan servir para haceros una idea más profunda del sentido y esfuerzo que significa este proyecto cultural tan generoso.

Está escrito que en el principio existía el verbo, pero yo he elegido empezar por la emoción, por eso he seleccionado para mi entrada en el blog esta foto, con esta imagen, junto a mis queridas compañeras: Amparo y Anaïs, os podéis hacer una idea de lo que ha significado este JALEO para mí, un año más.

Las Jornadas de Animación a la Lectura Escritura y Observación que se celebran cada año en Valencia, desde hace ya diez años, son, como me decía Rafael Narbona, un festín de la cultura. Y yo añado: que se realizan cada año por la valentía y la perseverancia de Mar Benegas y Jesús Ge.

Creo que es importante decir esto, porque en esta época de las redes, de la velocidad y del consumo, a veces no nos detenemos a pensar, en el trabajo y en el sacrificio personal, que puede significar organizar un evento de estas características. Yo os puedo dar buena cuenta de ello.

JALEO es un evento que no es un producto de mercado, es un acto de generosidad, que disfrutamos gracias a ese sentimiento, convertido en acto, que tienen dos personas valientes, para ofrecer a la infancia y a las personas que trabajamos en la mediación lectora, un tejido social que nos resguarde y que no hable el idioma del capital.

Este año nos han ofrecido un programa que, como cada año, han tejido con los hilos de la belleza, la pregunta y la reflexión como rasgos identitarios, el feminismo, la justicia social y la emoción.

Tejiendo de esta manera un tapiz de palabras, de imágenes y de profundo significado que nos dejan una narración que dialoga con nosotras y nos transforma.

Creo que JALEO  es mucho más que reunir ponentes de primer nivel que nos hablen de la importancia de la literatura y la ilustración o el arte, implica también buscar el sentido de lo que hacemos y de aspirar a mejorar un poco el mundo con nuestro trabajo.

Por eso tuvimos el privilegio de escuchar a Rafael Narbona hablándonos de sufrimiento psíquico y de cómo la literatura y la filosofía podían ser un bálsamo para las heridas, esas heridas que como nos decía Pizarnik, portamos todos.

Escuchar a un sabio como Rafael hablándonos de su libro "Maestros de la felicidad" y contándonos en primera persona cómo la paz interior que buscaba la encontró en los libros, ha sido un regalo.

"Esos libros como voces que nos interpelan, esas patrias buscadas que pueden no estar en un mapa, sino en lo espiritual".

Escuchar al profesor Narbona fue un viaje por lo humano y por la búsqueda permanente de sentido con la que nos confrontamos. Me gustaron mucho esas palabras que pronunció: "No es ético ignorar el sufrimiento de los inocentes". Es imprescindible la brújula de la ética para guiar el conocimiento.

No podemos trabajar para ese material sensible como es la infancia sin preguntarnos una y otra vez cuál es el propósito de dar de leer, y sin hacer un trabajo personal profundo que nos cuestione y nos haga crecer para ofrecerles una mirada limpia.

También la fragilidad tuvo cabida en nuestras jornadas, esa que nos mostró María Andrés con su espectáculo de clown. Esa armoniosa y pacificadora fragilidad, esa belleza que estaba en cada delicado movimiento, que desde la risa reivindicaba la vulnerabilidad y la convertía en algo profundamente hermoso. 

Inês Castelo-Branco nos trajo un trabajo editorial también lleno de significado, mostrándonos la belleza de los libros que edita  y reivindicando cómo también hay una construcción de sentido en lo que publica. Porque en este momento de este boom editorial, donde cada año salen al mercado tantos libros, donde hay un exceso que nos inunda, a veces lleno de fealdad y de palabras tan huecas, necesitamos relatos como los que nos mostró, que reivindican lo inútil frente a la servidumbre productivista. 

Tres proyectos que llevan la marca de la justicia social me emocionaron profundamente, voy a tratar de transmitiros lo que significó para mí cada uno de ellos.

"Entrelibros" de Juan Mata y Andrea Villarubia es una apuesta que coloca a la lectura como una forma de cuidar a otros desde lo colectivo. Llevar la literatura para poder transitar por la oscuridad, para acompañar procesos oncológicos, crisis de sufrimiento psíquico o abrir las ventanas que son los libros para salir de las rejas de la prisión. Es llevar los libros al campo de batalla que es la vida, es abrir con la llave mágica de las palabras las celdas que encierran nuestros cuerpos y nuestras almas.

Este trabajo inspirador nos lo mostraron de forma humilde y dando voz a los protagonistas, esos jóvenes que con una voz tan potente nos expresaron lo que les daba la literatura en ese ambiente a veces deshumanizado que es el contexto hospitalario. La literatura les devolvió su identidad, esa que borra el discurso médico tantas veces. Nos dijeron: "Cuando estás en el hospital se olvidan que eres una persona, te tratan como un número y es básico recuperar tu identidad para recuperarte, recordar quien eres y cuales son tus sueños".

Nos hablaron de la literatura como actividad humanizadora, la reivindicaron como una forma de encontrar tu lugar, de acompañar sin juzgar, de conectar con la persona que eres, porque nuestra identidad no la determina una enfermedad. La literatura no es adorno es una profunda búsqueda de sentido.

Un proyecto imprescindible para nuestra sociedad y que tiene tantas resonancias con mi trabajo.

Las "Bibliotecas humanas" de nuestra querida Clara Flamarique fue otra luz en JALEO. Ella nos mostró cómo una biblioteca puede ser un espacio comunitario que rompa desigualdades y acerque a las personas. Cómo todos tenemos un relato que merece ser escuchado, cómo todos podemos ser fuente de conocimiento para otros, en especial aquellos que están más en los márgenes, los más oprimidos y que tantas veces son silenciados.

Esa Biblioteca como una gran casa que "nos acoge a todos para un mundo en común". Nos enseñó todos los proyectos que llevan a cabo en ese espacio inspirador de Navarra, todos tejidos desde la lectura de la biblioteca como oportunidad de transformación social.

Fue emocionante que hablara de ese trabajo maravilloso "Ilustrando tu mente" que comenzó gracias a la apuesta de Clara por mi formación de mediación lectora en salud mental para sus bibliotecarias. Y que ahora se ha materializado en un grupo maravilloso de voluntarios que van a la unidad de hospitalización psiquiátrica de Pamplona. Allí donde la oscuridad acecha con destruirnos y donde habita tanta injusticia tienen que estar los libros.

Tengo que decir que fue una conmoción para mí que, con la generosidad que siempre caracteriza a Clara, hablara de mi trabajo que cobra sentido cuando se convierte en mejorar la vida de las personas. Me emocioné hasta las lágrimas y desde aquí le quiero transmitir un profundo agradecimiento.

Y otras dos mujeres inspiradoras vinieron a abrir una ventana inmensa desde Sevilla con su Biblioteca Escolar Fantasía. Una biblioteca que lucha contra la desigualdad, contra la exclusión social y contra la pobreza con las mejores armas: los libros. Y que no cesan en su empeño, con un esfuerzo personal admirable, de inventar para los niños actividades, a través de la literatura y la palabra, que sean refugios. A veces las heroínas no llevan capa, y están en barrios humildes sosteniendo la esperanza para la infancia.

Y no podía faltar la voz Iberoamericana que llegó desde Chile, ese compromiso de Mar Benegas y Jesús Ge para traer el importante trabajo que se hace desde esos países hermanos de los que aprendemos tanto.

Felipe Munita nos habló de su labor de mediación lectora con la poesía, y con su voz y sus propuestas desató una tormenta de silencio que nos permitió escucharnos a nosotros mismos. La belleza del silencio en una conferencia, los versos que como pájaros recorrieron ese Teatro que se convirtió por un momento en templo de la palabra.

A mí me llevó a escribir estos humildes versos:

"Cómo estar rota y alzar el vuelo

Cómo una cascada de silencio que recorre mis mejillas

Cómo una lluvia de fuego que apaga mi volcán interior"

Felipe nos regaló un momento de recogimiento frente a ese ruido ensordecedor del mundo en que habitamos.

Y Sara Bertrand nos trajo esos libros que son preguntas con un texto lleno de belleza, pero no tomé ninguna nota porque no me quise perder el inmenso placer de escuchar esas palabras tejidas poeticamente con tanta delicadeza, que me transportaron a ese lugar otro que es a veces la literatura, me adentré en el bosque y me dejé llevar. 

La reflexión filosófica y literaria también estuvo presente de la mano de Nieves Rodríguez, hablándonos de la inmensa obra de María Zambrano.

Antes de hablar de la increíble intervención de Nieves no puedo dejar de hacer una pausa para hablar de algo, desde que conozco a mi querida maestra Mar Benegas he incorporado muchísimas referencias de mujeres: poetas, escritoras o filósofas. JALEO es un espacio donde siempre han cobrado especial importancia las voces femeninas en la literatura. Siempre ha sido un espacio de reivindicación y de conocimiento de esos trabajos inmensos que a veces han estado en la sombra.

En JALEO el año pasado conocimos a las inmensas poetas de la generación del 27 cantadas por la maravillosa Sheila Blanco. Y a tantas otras, apartándonos así del peligro de la historia única como nos advierte Chimamanda Ngozi Adichie.

Ahora si pienso en poetas, casi todo lo que leo son mujeres, así que no puedo dejar de hablar de esa seña de identidad de JALEO que es la mirada feminista. 

Nieves nos trajo el delirio como destierro de la realidad, como un género en sí mismo y nos acercó a La razón poética de Zambrano, hilando de una forma magistral toda su obra y despertando una voracidad inmensa por hacerme con todos los libros de esta inmensa autora.

Y fue emocionante ver el espectáculo de  Elia y Uxía, acercándonos también esos Cuentos y Cantos de lavanderas. Porque esas también fueron las voces de las mujeres, eso también era cultura y comunidad que las sostenía frente a la soledad o el desamparo. La cultura tradicional, la transmisión oral y su importante función, también tiene un espacio en JALEO y nos pusieron los pelos de punta atravesando el tiempo y el espacio con sus cantos.

También tuvimos talleres increíbles, la voz de la infancia que tomó la palabra en una JAM infantil única, un programa de radio en directo, el increíble Jolgorio de los Titiriteros de Binefar, a la editora de Libre Albedrío celebrando con nosotras sus diez años y la presentación de una editorial: PALABRATORIO, que va a ser una maravilla. 

 

Por último, Jesús Ge y Mar Benegas cerraron JALEO con ese diálogo escénico tan emocionante y poderoso, que nos transmitió su pasión, su compromiso, su poesía, al ritmo de esa palabra erguida, al ritmo de esas hormigas que llevan los versos y también las semillas de la literatura a tantos corazones. El mío esta lleno de sus palabras, está lleno de la luz que esas semillas han germinado en él y sin duda mi corazón late con alegría al ritmo de JALEO.

¿Qué es JALEO? 

Simplemente es único, es una magia que me desborda y que me llena de nostalgia cuando termina, es encuentro con personas maravillosas, es una familia que nos acoge, es una seña de identidad y de pertenencia, es un anhelo de querer seguir creciendo en una Comunidad que es refugio y que hace crecer cada año esa trinchera que aspira a hacer un mundo mejor para nuestras niñas y nuestros niños.

¿Te lo vas a perder el año que viene?