"De seda y hierro". Mi historia en la televisión pública. Rompiendo mitos sobre la maternidad y la psicosis

 

Hace unas pocas semanas tuve el privilegio de que se contara mi historia en tve2 (La televisión pública de mi país)

Sólo tengo palabras de agradecimiento para el equipo De seda y Hierro por su tratamiento tanto de mi historia como del tema que abordamos.

Un equipo de periodistas que trataron de aportar luz y no estigma y oscuridad, como suele ser lo habitual con los medios de comunicación. Periodistas así, necesitamos para combatir el desprestigio continuo que sufrimos por parte de los medios y que de esta forma se pueda cambiar esta mirada injusta que la sociedad pone sobe nuestro colectivo, el de personas con problemas de salud mental.

En este enlace podéis ver el programa completo:

https://www.rtve.es/play/videos/de-seda-y-hierro/pequena-huella/6130547/

En unos poco minutos pudimos romper tantos mitos acerca de la psicosis y acerca de algo que todavía parece más dificíl de hablar: de mujeres con sufrimiento psíquico que son madres. 

Las madres siempre son cuestionadas en la sociedad, pero si tienes un problema de salud mental, no es que seas cuestionada es que directamente eres sancionada, y en muchas ocasiones se te acusa directamente de ser una irresponsable porque se da por sentado que vas a hacer daño a tu hijo.

Conozco historias de mujeres con las mismas dificultades que yo y que al acudir al psiquiatra y contarle que estaban embarazadas su consejo fue que abortaran, que era lo mejor porque no podrían hacerse cargo de su hijo. Y no son uno ni dos, son multitud de testimonios.

Tampoco debemos olvidar que la esterilización forzosa de mujeres con discapacidad ha sido prohibida hace muy poco tiempo en nuestro país, concretamente en la ley 2/2020 del 16 de Diciembre. Es decir no hace ni siquiera un año.

Muchas veces pensamos que vivimos en una sociedad avanzada y cuando nos aproximamos a determinadas realidades nos damos cuenta los agujeros que tiene nuestro sistema democrático cuando se trata de aquellos colectivos más frágiles, esos que no tienen voz.

¿Por qué presuponer que una mujer con un diagnóstico va a ejercer la maternidad de una forma más deficiente que una mujer que no lo tiene?

¿Por qué presuponer que esa madre no va a tener capacidad de amar y de desear por el simple hecho de padecer sufrimiento psíquico?

Conviene recordar que las mujeres etiquetadas por la Psiquiatría, (el 90%) provenimos de padres y madres normativizados.

¿Cuál es la cuestión entonces que alimenta este estigma social?

Por un lado esa división entre locos y cuerdos que hace tanto daño, yo no conozco a nadie que no tenga un problema de salud mental, aunque no tenga etiqueta diagnóstica. Todos tenemos nuestros agujeros vitales, duelos, ausencias, soledades, rechazos. Es algo intrinseco al ser humano.

Y la otra cuestión es el deficiente tratamiento que se hace a las mujeres con problemas de salud mental, la falta de espacios para abordar las historias de vida, el sufrimiento que han padecido, falta de lugares para reconstruirse y por ende la falta de apoyos.

¿Por qué en lugar de plantear a estas mujeres que aborten no les damos un apoyo para abordar su maternidad, las acompañamos y no las abandonamos, las brindamos un lugar para escuchar sus historias y que puedan no repetir lo que ellas han sufrido?

Claro que para eso habría que transformar otra vez la mirada y reconocer que las personas con diagnóstico son personas heridas, no personas locas por los designios de la biología, que lo que nos marca y nos hace sufrir es lo que vivimos, tendríamos que reconocer las causas psicosociales del sufrimiento, y esto todavía es una gran caballo de batalla.

Lugares como el que describo ya existen, tenemos el proyecto de Casa Verde de Fundación Manantial, pero es insuficiente, porque se necesitan Casas Verdes en muchos más lugares, se necesita que cada mujer que lo necesite cuente con ese apoyo y se necesita inversión Pública para trabajar en la prevención.

Acompañar la maternidad es una necesidad social, no se puede maternar en soledad y mucho menos se puede maternar sin apoyos si has sufrido un estrago materno en el vinculo con tu propia madre y ni siquiera lo has podido poner en palabras. 

Mi historia es diferente porque yo he sido tratada con palabras y no con fármacos, es una de las cosas que digo en este pequeño documental sobre mi vida. A mí el Psicoanálisis me salvo la vida.

Me he pasado 28 años reconstruyendo mi historia, ahora sé de dónde viene mi psicosis: de un desamparo desgarrador que sufrí en mi infancia que transformé en culpa para poder seguir viviendo.

Que mi psicosis no es mi enemiga, que fue un mecanismo para protegerme de esa desgarradura que fue mi infancia, no solamente conozco mi historia sino todo lo que me dañó y también he podido construir una solución para mi existencia.

Por eso tener un problema de salud mental me dió una sabiduria sobre la maternidad que otras mujeres no tienen.Porque sé lo que daña a un niño: el no encontrar un lugar donde ser acogido, el no ser abrazado ni sentirse querido, el no ser escuchado ni tenido en cuenta, el no darle un espacio propio en el mundo, un espacio en el que es respetado, el no ser querido por quien es en su singularidad.

Cuando tomé en brazos a mi hija sabía lo que no tenía que hacer y sabía perfectamente cómo quería vivir mi maternidad, construyendo una relación única con ese ser humano que tenía entre mis brazos y darme tiempo para conocerla y para construir una relación con ella desde el amor y el deseo donde ella tuviera un nombre propio.

Otro de los mitos que derribo en ese dcumental es que la maternidad en la psicosis tiene necesariamente que ser un factor desestabilizante, a veces, como en mi caso, la maternidad estabiliza, porque de pronto hay un vinculo poderoso que te une a la vida y a dos seres humanos y que te da un lugar en el mundo, un lugar diferente que te anuda.

Tengo dos hijas bellas y felices, llenas de cosas que aportar al mundo, dos seres humanos llenos de valores ¿os imagináis que hubiera  renunciado a ellas por el estigma social?

El mundo se hubiera perdido dos seres humanos increibles, ellas saben que tengo un problema de salud mental y son las dos personas que más me admiran y me apoyan.

La mayor es una activista, le encanta mi trabajo y siempre me dice mamá es que con tu trabajo ayudas a otras personas y eso es importante. No permite que nadie diga la palabra loco, y regaña a su profesor de historia cuando le encomienda la tarea de reflexionar sobre ¿Por qué piensas que Juana la loca estaba loca? Ella argumenta que no estaba loca, sino que en todo caso sufría un problema de salud mental fruto del contexto en el que vivía.

Cuando las miro y las veo batallando con la vida, tan sanas y con tanta fuerza, pienso que mi vida merece la pena, porque ellas no van a tener el sufrimiento que yo he tenido, un sufrimiento que no se puede cifrar con palabras. Que ellas van a ser mucho más felices que yo porque la cadena se ha roto, porque la psicosis no se hereda, se transmiten formas de vinculos, si no has podido elaborar tus heridas.

No pretendo ser ningún ejemplo de nada, pero creo que si te acercas a nuestra historia te das cuenta de lo diferentes que podrían ser las cosas si dieramos los apoyos necesarios a las personas que sufren.

¿Cuanto sufrimiento podríamos ahorrar? ¿No es esa ya una razón suficiente para cambiar el Estado de las cosas? ¿No queremos todos una sociedad diferente, más saludable, ahora que no se habla de otra cosa que de la salud mental?

Hace unos días le decía a Mercedes Navío que sin recursos (económicos y humanos) no hay salud mental. Lo que tenemos no sirve. Necesitamos humanizar este sistema y necesitamos recursos, es imprescindible ser conscientes de esto para cambiar lo que no funciona.

Invertir en salud mental no es gastar, es dar recursos para que las personas puedan vivir mejor, apoyar, acompañar, no dejar caer ¿No es eso a lo que debe aspirar una sociedad democrática? ¿No queremos todos una sociedad donde primen los cuidados y el bienestar?

No os olvidéis nunca que mañana podéis ser vosotros, vuestros hijos, vuestros hermanos, nadie está a salvo de romperse.

Yo llevo rota desde que tengo conciencia de existir, he sufrido muchísimo y he tenido que trabajar lo indecible, levantarme después de caerme un montón de veces.

Aspiro a dejar a nuestros hijos una sociedad mejor, mucho más humana, donde las personas y los cuidados estén por encima de las cosas, por eso lucho cada día.

Visibilizar la salud mental no es hablar todo el día de ella con palabras huecas, es tomar conciencia de que el bienestar psíquico debe ser una prioridad en nuestra sociedad, no es que los famosos hablen de que van al psicólogo. Es que todos tengamos la posibilidad de ir a un psicologo, que todos tengamos la posibilidad de hablar de nuestras heridas, y que cuando acudamos a pedir ayuda seamos cuidados y bien tratados, no retraumatizados o estigmatizados. 

La salud es un derecho, el bienestar psíquico también y un diagnóstico no puede ser un impedimento para acceder a la maternidad si hay deseo y amor. Se trata de justicia social y es responsabilidad de todos este cambio de rumbo necesario. No podemos mirar hacia otro lado por más tiempo.

Comentarios

  1. Mucha Verdad¡¡¡ Deseo que este Testimonio llegue a todas las personas, a la Sociedad incluidos los psiquiatras y psicólogos.
    Qué Bueno escuchar de primera mano que las personas después de pasar por este sufrimiento se Recuperan...con Mucho Esfuerzo, pero pueden Hacerlo ¡¡¡
    Un Gran Abrazo¡¡¡

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  2. Es maravilloso leerte.. todavía hay mucha conciencia que iluminar contra el estigma, todavía hay muchas personas que han sido psiquiatrizadas y la psiquiatría se volvió un enemigo mucho más hiriente y destructor que la psicosis y el dolor, ya que robó la historia y el reunir las piezas y el contenido de la psicosis, que a fin de cuentas, es una manifestación de la sombra y de heridas que necesitan emerger para sanar...aunque lo hagan brutalmente. Te acabo de conocer, vengo desde Primera Vocal, y volveré por aquí. Gracias por escribir, hablar, crear, luchar, y existir.

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    1. Gracias por tus palabras hermosas y que me dan fuerzas para seguir en esta batalla. A mi me salvo el Psicoanálisis de la Psiquiatrizacion. Seguiré peleando por los derechos de nuestros compañeros con la fuerza que me dais. Gracias de corazón.

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