Las narrativas en primera persona en Salud Mental: voces legítimas y necesarias

Desde hace unos días siento una necesidad imperiosa de escribir este post. Parto de una pregunta: ¿Qué es lo que se puede temer del discurso en primera persona? Me parece que es una pregunta con muchos entresijos, que hay que desmenuzar para poder situarla bien, que tenemos que visibilizar la realidad de la que partimos para poder comprender. La medicina, en su discurso tradicional, se ha situado en este esquema: el médico tiene el poder, el médico sabe lo que te pasa y cuál es la solución para tu problema. Por eso se sitúa a esta forma de ejercer la medicina como un discurso del Amo. Este principio sabemos que no funciona en Salud Mental. El saber se sitúa en la persona que sufre, pues es la única que conoce su historia, que sabe lo que le ha pasado. El arte de escuchar consiste en acompañar a la persona para que pueda hilar su historia. Para que pueda conectar lo que le ha pasado en su vida con su sufrimiento y de esta forma encontrar un camino propio que aminore su dolo...